Periodista con pingüino

Adrei Kurkov desarrolla esta novela en las postrimerías  de la caía de la Unión Soviética, donde todo era posible y donde el dinero y las mafias campan por sus respetos. Pero lo hace con un sentido del humor rayando en el subrealismo.

File:Андрей Курков.jpg - Wikimedia Commons

El protagonista es un escritor de medio pelo, cuyo trabajo gusta al redactor jefe de un diario, que le encarga escribir necrológicas de gente importante pero que viven y que no parece que vayan a fallecer en poco tiempo. De momento las guarda el redactor jefe en la caja fuerte y lógicamente no se publican.

Otra peculiaridad de la novela es que este escritor-periodista vive con un pingüino y de ahí el título Muerte con pingüino. No es que lo tenga de mascota, no, vive con él. No se hablan, pero se entienden. Las necrológicas le proporcionan pingües beneficios y la vida de estos dos es acomodada. Luego van apareciendo más personajes que complican la historia pero que aceptan la presencia del pingüino con total naturalidad.

La cosa se complica cuando empieza a leer en el diario sus necrologías. Sus personajes estaban muriendo y de forma violenta. Nuestro amigo empieza a darse cuenta que se su vida se está complicando. Pero el redactor jefe no quiere explicarle lo que pasa porque si se lo explicara pondría en serio peligro su vida. Es más, le dice que cuando se enterara de lo que ocurre su vida no tendría ningún valor.

Muerte con pingüino – Blackie Books

Así sigue complicándose la novela -que se deja leer estupendamente- transcurriendo por situaciones al menos pintorescas. Por ejemplo el protagonista asiste a los entierros de sus necrologizados pero con el pingüino. Mejor dicho asiste el pingüino con él, porque se pone de moda que en los entierros importantes debe asistir el pingüino para darle prestancia.

Esta novela no tiene mucho que ver con el periodismo, aunque su protagonista es un colaborador de un medio y tiene carnet de prensa que lo utiliza para realizar unas acciones un tanto complicadas. Reseño el libro porque el autor introduce a los diarios como un instrumento importante en la configuración de las redes mafiosas que configuran el territorio ruso y aledaños tras la caída de la Unión Soviética. Es un ejemplo de como los medios de comunicación no cumplen con una misión social sino que es un instrumento de poder.

Me resulta significativo que sea un autor ruso quien ponga el dedo en la llaga y destaque que la nueva Rusia y nuevos países limítrofes los medios de comunicación no alcanzan una soñada libertad y sigan, como antes, al servicio de los que mandan.

 

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