El empoderamiento de la mujer

En ningún discurso feminista he escuchado referencia alguna al siglo XVI en Europa,  en el que los principales reinos europeos eran gobernados por mujeres. Nunca tantos territorios y tantas poblaciones han sido gobernados por mujeres. Ese siglo fue un hito del empoderamiento de mujeres y, sin embargo, las feministas actuales parecen ignorarlo.

The Chesse Play de Nicholas Breton escrito en 1593 describe así a una de estas gobernatas.

Singular, soberbia y rápida,

La reina a su antojo se desplaza

Y de cuajo arranca

A quienes a perpetrar su traición aguardan,

Tal es su fuera frente a sus contendientes

Que derroca a quienquiera que encuentre

Enfrente.

Isabel I de Castilla (@ReinaIsabelI) | Twitter
Margarita de Austria
1496 Mary Tudor.jpg

Así nos presenta y explica este siglo de mujeres empoderadas Sarah Gristwood, en su libro Juego de Reinas. Dice: “Desde el momento en el que Isabel la Católica ascendió al trono, en 1474, y la Matanza de San Bartolomé acaecida en Francia casi un siglo más tarde se vivió una Edad de Reinas. Este periodo estuvo protagonizado por un estallido de dominio femenino rara vez igualado, ni siquiera en el siglo XX. En aquellos años nació la nueva religión reformada y tuvo lugar el amanecer del mundo tal como lo conocemos hoy, y, durante gran parte de esos años, vastas extensiones de Europa se hallaron bajo la mano firme de una reina o una regente.

Señala además que “la camaradería entre las gobernantes no sólo reconocía sus vínculos como mujeres, sino también su capacidad para ejercer el poder de un modo específicamente femenino”.

Isabel de Castilla, Margarita de Austria, Ana de Francia, Catalina de Médicis, Ana Bolena, Maria Tudor, … fueron en ese siglo quienes gobernaron Europa: “La Europa del siglo XVI contempló una explosión de poder femenino. Las mujeres tuvieron un poder sin precedentes. Isabel de Castilla, en traje de armadura, siguió a sus soldados al campo de batalla. Margarita de Austria y Luisa de Saboya, dos reinas regentes pusieron fin a años de guerra con su Paz de las Damas. Ana Bolena fue criada en la corte de Margarita de Austria rodeada de mujeres poderosas. Su hija, Isabel Tudor creció para ser una de las reinas más famosas de la historia. Con sus límites y sus decisiones estas mujeres fueron también madres e hijas, mentoras y protegidas, aliadas y enemigos”. Por lo que comenta, incluso supieron conciliar la vida laboral y familiar.

Tal éxito tuvieron estas gobernantes que en el famoso libro de Baltasar de Castiglione, El Cortesano, publicado en Venecia sobre el 1528 señalan a Ana de Francia y a Isabel La Católica como paradigma de gobernadoras eficaces.

Y el propio Fernando, nuestro Fernando El Católico y maño, escribe en una de sus cartas a embajador de Austria en 1514 que Margarita de Austria  era “la persona más importante de la cristiandad, puesto que actúa como mediadora en prácticamente todas las negociaciones entre príncipes”. En otra carta señalaba que “Madame Margarita es la apersona de la cual depende más que de ninguna otra en la Tierra, que haya paz o que haya guerra”.

Estas son algunas pinceladas, en el libro se perfilan perfectamente cada una de estas mujeres

Estas mujeres también sirvieron para que la imagen de la mujer cambiara y de hecho hay numerosos textos que así lo atestiguan. Uno de ellos, del  polémico erudito alemán Cornelio Agripa,  sostiene  que la diferencias entre hombres y mujeres son meramente físicas: “En cuanto a la mujer, recibió la misma inteligencia que el hombre, la misma razón y la misma lengua, y tanto ella como él tienen como fin la beatitud, finalidad que no excluye a ningún sexo” y que la única razón por la cual las mujeres estaban subordinadas al hombre cabía buscarla en la falta de educación y la animadversión masculina. Estas ideas, como si fueran nuevas, están presentes en todos los discursos feministas.

Agrippa von Nettesheim.jpg

Además, estas mujeres cultas y diestras en la escritura expresaban estas ideas. Margarita de Austria escribió El Hetamerón, un escrito sumamente insólito para aquella época y que es una exploración por el interior de la mujer a través de una serie de narraciones acerca del amor y la lujuria que muy bien podrían firmarlo autoras actuales de las llamadas feministas.

Y que, como señala la autora de Juego de Reinas: “Una tradición de gobierno femenino tan solidario como la vista en el siglo XVI no puede desaparecer como si nada. A partir de entonces en el mundo occidental, el computo registraría que las mujeres habían tenido posibilidad de controlar países y que muchas de ellas lo habían hecho con éxito”.

Sarah Gristwood

Como anécdota se señala que “fue en España gobernada por Isabel I de Castilla donde la reina del ajedrez adquirió el poder del movimiento casi ilimitado que se le otorga en la actualidad”. Y es que si las feministas no tuvieran los prejuicios que tienen Isabel y todas estas mujeres serían un símbolo para ellas. Pero …


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